En la vida hay tanto que se encuentra, tanto que se pierde, tanto que se olvida como si nunca hubiera existido.
Volamos, navegamos, andamos, conducimos, siempre para llegar a algún sitio, y aunque no hagamos nada, siempre el tiempo nos hace viajar, transportándonos día a día, a lo que su medida nos haga encontrar.

Quien piensa que un cuerpo es más importante que una mente, cerrará sus ojos en vano, regalará los instantes con prisa, que sabrán enlatados, se lamentará de las desdichas, de las ofensas del cardo, no hay peor poesía, que la de los abandonados.